CATECUMENADO INFANTIL Y JUVENIL

PROCESO CATEQUÉTICO PARROQUIAL DE NIÑOS Y JÓVENES

 

La iniciación cristiana de los niños, adolescentes y jóvenes hunde sus raíces en el sacramento del Bautismo, recibiendo en él, el don gratuito de la fe como un germen que necesita ser desarrollado y cultivado.

 

El proceso catequético es el periodo de formación cristiana fundamental. Esta formación sigue un programa articulado e integral, porque trata de educar todas las dimensiones de la fe; procurando una síntesis coherente del Evangelio, dando unidad a los diversos elementos del mensaje en torno al misterio de Cristo.

 

La catequesis trata de introducir al niño en la vida de la Iglesia, incluida también una preparación inmediata a la celebración de los sacramentos. Se trata, por tanto, de una catequesis didáctica, y encaminada a dar testimonio de la fe; puesto que deberá revelar, si bien de manera elemental, todos los principales misterios de la fe y su repercusión en la vida moral y religiosa del niño.

 

La catequesis de la infancia se propone como meta promover un itinerario personal de vida cristiana, dentro del cual se insertan los Sacramentos como momentos fuertes del crecimiento en la fe. Es decir, los Sacramentos que el bautizado recibe en la etapa de su infancia no deben ser considerados como metas aisladas del itinerario catequético, sino como momentos de expresión de la maduración cristiana que poco a poco se va alcanzando.

 

Este proceso está constituido por ocho cursos, tras los dos primeros de iniciación tiene lugar la celebración, por vez primera, de los Sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía. Una vez completado el curso octavo, se celebra el Sacramento de la Confirmación.

 

Todos los catequistas de nuestra Parroquia nos reunimos los Lunes, para orar y preparar la sesión semanal.

 

Siguiendo las "NORMAS PARA LOS CATEQUISTAS DIOCESANOS":

 

* Es necesario que el catequista haya alcanzado la mayoría de edad, siendo deseable que tenga al menos 20 años.

* Ha de estar confirmado, o en proceso de profundización de su fe. Pues la experiencia cristiana del catequista desempeña una función decisiva en su tarea evangelizadora. Y su testimonio de fe y su palabra evangelizadora forman una unidad estrecha en orden a la eficacia real de la catequesis.

* Debiendo ser un miembro activo de la comunidad cristiana parroquial en donde vive, celebra y se compromete en su fe. El catequista ve configurada su identidad por su inserción en la comunidad eclesial. No es un evangelizador aislado, que actúa por libre. Al catequizar actúa como portavoz de la Iglesia, transmitiendo la fe que ella cree, celebra y vive.

* Debiendo tener un cierto grado de madurez humana y cristiana, pues en una sociedad como la actual, solamente la coherencia testimonial de los cristianos puede ofrecer con credibilidad el Evangelio de Jesucristo y la salvación que él nos ha traído. Siendo esta coherencia, normalmente, propia de personas adultas y maduras humanamente y en su fe.

* Necesita de una formación cristiana y especifica, no pudiéndose encomendar la tarea de catequizar sin ayudarles a enmarcar y dar sentido a lo que van a hacer. Es la Escuela Diocesana de Catequistas la que tiene la finalidad de proporcionar una formación orgánica y sistemática, desarrollando las diferentes dimensiones de la formación de los catequistas; proporcionando una primera y elemental orientación para poder ejercer adecuadamente la catequesis; despertando o consolidando la vocación del catequista y suscitando el deseo de una formación más profunda.

* El ser catequista implica una coordinación a nivel parroquial, arciprestal y diocesano. La coordinadora local de catequistas es el organismo encargado de animar y coordinar toda la actividad catequética en nuestra cuidad. Estando formada por los párrocos y dos catequistas por cada una de las ocho parroquias de nuestra cuidad. Los coordinadores de nuestra parroquia son: Mª Gordon Rivero y Fco. Natera Turrillo.

* El catequista para ejercer su servicio en nombre de la Iglesia, habrá de recibir una misión o encargo oficial, previo discernimiento de sus cualidades y de la formación recibida por el sacerdote y el grupo de catequistas ya reconocidos. Este envío se celebra, en nuestra Diócesis, el segundo Domingo del mes de Octubre.